Ing. Rodrigo Fernández el llamado Mr. Vitalogic y la Oscuridad en la Contratación Estatal

En el ámbito de la contratación pública en Bucaramanga, muchos nombres han causado controversia, pero ninguno pasa “de agache” como el del Ingeniero Rodrigo Fernández, conocido por algunos como "Mr. Vitalogic".

Fernández ha estado en el centro de múltiples denuncias que apuntan a su implicación en procesos irregulares de contratación, pero hasta ahora ha logrado evitar que estas acusaciones tengan consecuencias judiciales directas.

A lo largo de su carrera, Fernández ha sabido posicionarse en roles estratégicos dentro de la administración pública. Fue un actor clave durante el mandato del fallecido Rodolfo Hernández, donde se desempeñó como asesor en contratación estatal.

Hernández fue condenado a 64 meses de prisión por corrupción en el infame caso Vitalogic, pero no fue el único involucrado. En la política, al igual que en la música, detrás de un solista siempre hay una banda, y en este caso, muchos señalan a Rodrigo Fernández como el verdadero "director de orquesta" de este entramado de corrupción.

Como jefe de contratación, todo debía pasar por sus manos, y la orden era clara: hacer el negocio de Vitalogic a toda costa, con lo que él estaba de acuerdo, según varios chats presentado como pruebas en la condena de Rodolfo Hernández

Las pruebas en su contra, que incluyen chats y testimonios, revelan que el llamado MR Vitalogic, Ing. Rodrigo Fernandez, estaba al tanto y en pleno acuerdo con la propuesta que dio lugar al escándalo.

Sin embargo, siempre que se le ha confrontado públicamente, su reacción ha sido evasiva, o peor aún, ha optado por bloquear a sus críticos en redes sociales, como ha ocurrido en múltiples ocasiones en la plataforma X. ¿Es esta la respuesta que esperamos de alguien que asegura tener las manos limpias?

En el 2008, cuando ocupaba el cargo de secretario de Planeación, Fernández estuvo involucrado en el proyecto de Metrolínea, un sistema de transporte público que hoy se encuentra al borde de la quiebra, con pérdidas millonarias que afectan directamente a los ciudadanos de Bucaramanga.

Aunque no se puede responsabilizar directamente a Fernández de su colapso, su gestión estuvo marcada por decisiones que, cuanto menos, ameritan una revisión crítica.

Curiosamente, este mismo hombre que bloquea a sus detractores en redes ha utilizado espacios de opinión en medios como Vanguardia Liberal, donde era o es columnista, para hablar de contratación estatal.

En su columna "Por qué votar por el Ingeniero", defendió la pluralidad de oferentes, pero ¿no es contradictorio que alguien tan envuelto en polémicas relacionadas con contratos se arrogue el derecho de hablar sobre transparencia en la contratación?

La realidad es que el poder de Fernández va más allá de lo que el público común alcanza a ver. Su membresía en la Sociedad Colombiana de Ingenieros, una entidad que él ha convertido en su trinchera política, le ha permitido mantenerse a flote en medio de los cuestionamientos.

Los cargos en la contratación estatal no son simples posiciones administrativas: quien los ostenta conoce los secretos más oscuros de los procesos y tiene la capacidad de inclinar la balanza a su favor, y eso es exactamente lo que muchos denuncian sobre Rodrigo Fernández.

Es importante que, como ciudadanos, exijamos transparencia y respuestas claras. Las pruebas están a la vista: desde los documentos firmados en el caso Vitalogic hasta los testimonios que lo comprometen.

No es suficiente con bloquear a quienes lo cuestionan. Si Rodrigo Fernández es, como afirma, inocente, ¿por qué no enfrenta estos cuestionamientos con gallardía?

Esta columna no busca difamar ni acusar sin fundamento, pero la evidencia está sobre la mesa. Las fotos, chats y testimonios se han hecho públicos, y los ciudadanos tienen derecho a conocer la verdad detrás de quienes manejan los recursos públicos. Es hora de que Fernández, y otros como él, rindan cuentas.

Los ingenieros no esconden los problemas, los solucionan Mr Vitalogic.

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